Sobre la oscuridad es el título del último libro que Dolors Alberola va a sacar, de momento, a la luz. Una joven editorial (Rumorvisual), radicada en Extremadura, acaba de poner la edición en el abigarrado emporio de la palabra impresa, con tanta dignidad como audacia, rompiendo moldes estéticos sin renunciar por ello a lo mejor de la tradición: continente y contenido se ofrecen en perfecta armonía, como un regalo a la vista y, desde luego, a la inteligencia. La presentación en Jerez tendrá lugar en breve, como en su momento se anunciará.     
Sobre la oscuridad, haciendo honor a la estética de Alberola, es un libro que apuesta por lo hermoso, esa palabra mágica que eleva cuanto nombra y la acerca al lector transfigurada, llena de oscilaciones sensoriales y del sentido más hondo y elaborado, para dar testimonio en esta ocasión de las grandes contradicciones del espíritu humano, que se debate entre la ignorancia y el conocimiento, el misterio y la claridad, la certeza y la duda, alumbrando con luz a veces negra la esfera de lo real, acaso tan equívoco como las coordenadas en que se desenvuelve, esos espacio y tiempo que la autora se afana en suprimir, mientras busca la esencia de las cosas y el temblor que las hace partícipes de la emoción de un cosmos que, a través de la poesía, intenta transmitirnos.   
         Acerca de este libro, que prologa con tino Juana Castro, hemos entrevistado a Dolors Alberola, en busca de nuevas revelaciones. Y esto que sigue fue lo que dijo.

"(La oscuridad) significa lo mismo que la duda, lo mismo que el mirar y no ver, lo mismo que el no saber dónde se halla cada cosa en la existencia"

- Lo normal, lo lógico o, al menos, lo habitual es que los libros comiencen por el principio; sin embargo, el primer poema de Sobre la oscuridad se titula The End (fin, el final), ¿por qué?       
- Porque tiempo y espacio son dos fingimientos, dos datos llenos de errores metafísicos y en mi poética siempre se intentan anular. Todo es cíclico, todo es uno, todo existe y no existe.     
- La presencia de Kafka en este libro, no se reduce a la cita inicial, lo cual ya es un indicio, ¿qué idea la justifica?     
- Mis personajes salen cuando lo desean. Ellos vienen a mí, como viene la poesía y como se acerca la palabra. Él sabrá por qué siempre amó la oscuridad y ahora vuelve a sentirse vivo en ella.     
- La oscuridad, la sombra –acaso en su más tenebrosa acepción-, recorren los poemas e incluso los habitan, ¿cuál es su significado?     
- Significa lo mismo que la duda, lo mismo que el mirar y no ver, lo mismo que el no saber dónde se halla cada cosa en la existencia. Pero también se trata de convertirla en luz, de hacer que los opuestos bailen juntos.      
- Decía León Felipe que el poeta prometeico era el que daba testimonio de la luz, en tanto que el poeta maldito certificaba la sombra, ¿estamos tal vez ante un libro maldito?       
- Sin saber qué me iba a ser preguntado, casi lo respondí ya. Se trata de un libro de poesía. No creo que en el delirio quepa esa distribución, lo ingrávido no pertenece a aquí o a allá, sencillamente se muestra. En este libro la sombra nos revela su hermosura, ¿es entonces maldita?

"El que no permanece en su primer paraíso, no sabe lo hermoso que es mantenerlo vivo"

- Uno de los poemas lleva el título significativo de Mapa Mundi, ¿cómo vive una poeta la triste realidad de nuestro mundo, que dicen globalizado?  
- Una poeta no vive este mundo pésimo que andamos destruyendo poco a poco y al tiempo esa bestia enorme que se nos va a tragar cuando acabemos de construirla. Hace tiempo que el poeta edificó su refugio nuclear, desde el que observa el fatal delirio y ayuda en lo que tristemente puede, a través de una ventana. No pertenece a este mundo y sueña con pertenecer a otro y que, al menos, exista.   
- Resurrección de Lázaro, en Levántate y anda; mi pregunta no es nueva: ¿existe la esperanza?     
- Aquí no, y no me crean fatalista sino observadora. El mundo no va a cambiar sino a peor y lo malo, lo no inteligente, es que somos muchos los que no deseamos lo que sucede, pero los poderosos no quieren eso que pregonan de la globalidad sino para enriquecerse más y arruinar más al pobre. Luego de esta vida, ojalá…      
- En éste y otros libros, una obsesión: la niña que hace esto o aquello, quizás inmune al tiempo, ¿es símbolo, metáfora, alegoría…  
- La niña soy yo y quien no lo crea, eso que se pierde, porque mi corazón es tan enorme como el de una niña, mi ingenuidad también, mi amor hacia la gente, mi ilusión. El dolor que me causa lo incomprensible es como el tremendo berrido de un bebé que supera con creces su tamaño. El que no permanece en su primer paraíso, no sabe lo hermoso que es mantenerlo vivo. Eso no conlleva dejar atrás filosofías, arquitecturas, códices, civilizaciones… sencillamente se basa en saber manejar el palimpsesto.

"No verás casi nunca a un humano acercarse hacia lo hermoso de un gesto, pero sí correr hacia un desastre a fisgar, a ver, a llenarse de humo"

- Y lo mismo sucede con las piedras, que dan vida a otro libro, Del lugar de las piedras      
- La piedra es más longeva que el hombre y siempre nos rodea, nos acompaña, es parte de esta química del carbono en la que nos movemos. No podemos dejar de lado lo que es nuestro. Igual que no podríamos borrar ese deseo de perduración que llevamos inscrito en nuestros genes y que no creo que sea fortuito, aunque cada vez más el desarrollo de la historia se empeñe en restarle credibilidad. La luz está ahí, la energía está ahí y no desaparece, también en la piedra está inscrito el hombre, en esa redondez de lo planetario.   
- ¿Por qué todo lo estéril tiene ramas?   
- Porque es lo que más crece, en oposición a su misma estructura. El mundo está lleno de contrarios, de contrariedades, de contradicciones. No verás casi nunca a un humano acercarse hacia lo hermoso de un gesto, pero sí correr hacia un desastre a fisgar, a ver, a llenarse de humo. Eso sucede en todos los medios de comunicación, siempre lo estéril procreando un universo fatuo, falso, fatídico.

"...hasta la última explosión nuclear que suceda en la tierra, será lumínica y en esa luz, aunque negra, habrá poesía"

- Una pregunta que se me antoja obligada: a lo largo de su dilatada trayectoria poética, con más de veinte títulos publicados y premios de toda condición y cuantía, traducida incluso a los idiomas más inverosímiles y antologada razonablemente, ¿qué ha dejado Dolors Alberola nel mezzo del cammin, qué ha ganado, qué espera?      
- No me hagas reír, antologada… por Dios y premiada… robada tantas veces –lo digo sin orgullo, sólo con veracidad, aunque no lo parezca. Este mundo literario nuestro está manchado por la misma bestia que el que lo envuelve, la realidad es mucho más oscura que este libro. Además, por qué no entenderlo, en vez de sobre o acerca de la oscuridad, encima de ella, pero no por poder sino por escapar, por vivir en el sueño, de ahí que mis editores, inteligentemente hayan colocado tantos manantiales de luz en las ilustraciones. Qué he dejado en mitad del camino, mi fuerza de soñar, aunque todavía no me he rendido, pero ha decrecido en proporción a la suciedad que me ha ido envolviendo en ese territorio de nieblas literario. Qué he ganado, felicidad, mucha felicidad mientras invento mis mundos y ellos me van inventando nueva. Qué espero, que algún día la inteligencia sirva para algo y la gente se dé cuenta de que ningunear o dejar de lado a quien maneja la sombra y la reparte es una solemne idiotez y que poeta no es el que medra ni el que compra ni el que trepa ni el que se abre de piernas o de nalgas, poeta es quien lo es y eso no está dado a todos y que aún desde debajo de las piedras se sigue viendo la luz del Prometeo que la lleva.    
- Vivimos, literariamente hablando, una etapa de relevo generacional, ¿hay futuro para la poesía?, ¿quizá va a cambiar tanto, que no la reconocerá ni la madre que la parió    
- La poesía no se deja matar por el imbécil de turno –dicho metafóricamente-. Si bien ya se dijo aquello de podrá no haber poetas… pero siempre habrá poesía, podríamos modernizarlo aseverando que hasta la última explosión nuclear que suceda en la tierra, será lumínica y en esa luz, aunque negra, habrá poesía.    
Lo que quizás me preguntas y debo darte la razón, es que cambiará de rostro, al tiempo que mantendrá el suyo y es posible que muchísimas veces no la reconozca ni su propia madre.    
- Tres razones, tres, para recomendar la lectura de Sobre la oscuridad  
- Aconsejo que se lea y luego cada uno se cuente las razones. Yo no soy quién para descubrir el pastel.